Un buen número de los que hayan comprado una Harley usada a través de un importador paralelo –es decir, un vendedor fuera de la órbita de Harley-Davidson España– está metido en un buen lío. Entre otras cosas porque es posible que estas motos de segunda mano no tengan la documentación en regla.
Al menos esto es lo que está estudiando el GIAT, Grupo de Información de Apoyo a Tráfico –perteneciente a la Guardia Civil–, que ha abierto una investigación por los presuntos delitos de falsedad documental y estafa. Delitos en los que podrían estar involucrados vendedores, ingenieros de homologaciones e incluso algunos trabajadores de Inspecciones Técnicas de Vehículos (ITV), si bien no existe imputado alguno hasta la fecha.
No obstante, y hasta que el juzgado de San Clemente (Cuenca) se pronuncie, lo único que parece que está claro –al menos así lo sospechan tanto Harley-Davidson como los importadores paralelos– es que las fichas técnicas de estas motos de segunda mano, procedentes de EEUU, presuntamente han sido falsificadas. Incluso, los representantes legales de algunos de los importadores paralelos han ido mucho más allá y han acusado directamente a la filial española de Harley-Davidson de estar detrás de estas manipulaciones de las fichas.
Para comprender el trasfondo de esta historia hay que remontarse a principios de año. Por entonces, la Guardia Civil, tras detectar que existe un incremento «inusual» de revisiones de motos Harley-Davidson en la ITV de Las Pedroñeras (Cuenca), se pone en contacto con los representantes de la marca.
Estos responden que, desde 2003, todas las motos fabricadas para el mercado europeo tienen que tener el código 5HD en las fichas técnicas, mientras que aquellas motos con especificaciones norteamericanas presentan un código 1HD.
Asimismo y a requerimiento de la Guardia Civil, Harley-Davidson España también informa que algunas de las motos, sobre las que se ha pedido información concreta presentan una situación inusual. Entre otras cosas porque han sido homologadas en España, cuando cuentan con configuración específica para el mercado norteamericano. Precisamente esta situación es la que lleva al cuerpo de seguridad a pedir los expedientes completos de más de un centenar de motocicletas, todas ellas revisadas en la ITV conquense de Las Pedroñeras.
Y tras un estudio exhaustivo, la Benemérita determina que «la ficha técnica emitida por la ITV de Las Pedroñeras debería ser invalidada dado que la contraseña de homologación europea que consta sólo es aplicable a las unidades con especificación europea». Junto a la investigación exhaustiva de los expedientes de las motocicletas, la Guardia Civil también llamó a declarar a compradores de las Harleys de segunda mano, importadores paralelos, empleados de ITV e ingenieros de homologación.
Además, numerosos propietarios de estas Harley de segunda mano de importación paralela han sido testigos de cómo la Guardia Civil les intervenía el permiso de circulación. Por su parte, Harley-Davidson España ha afirmado de forma contundente que tanto las motocicletas adquiridas a través de la filial española como aquellas de segunda mano que cuenten con la homologación correcta pueden circular por cualquier carretera.
Asimismo y por si fuera poco el embrollo en este asunto, representantes legales de algunos de los importadores paralelos han presentando una denuncia contra el grupo del GIAT por los presuntos delitos de falsedad documental, prevaricación administrativa y tráfico de influencias.
Por último, tanto el grupo del GIAT como el Juzgado de San Clemente no han realizado declaraciones a este diario. Asimismo, fuentes del Ministerio de Industria han asegurado desconocer los pormenores de esta investigación, que trae de cabeza a miles de propietarios de estas motos.